¿Sabes qué es el reuma?

Te aclaramos las dudas más comunes sobre las enfermedades reumáticas

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Dan

Reumatismo, enfermedades reumáticas, artritis reumatoide... Es fácil comprender por qué existe una cierta confusión en torno a las distintas terminologías y definiciones de cada palabra. Te presentamos algunas de las preguntas más frecuentes relacionadas con el reuma y las enfermedades reumáticas y te proporcionamos sus respuestas.

1. ¿Qué es el reumatismo?

En círculos de profesionales médicos, el término reumatismo se considera bastante anticuado y desactualizado. Sin embargo, sigue formando parte del vocabulario de muchas personas, por lo que merece la pena dedicarle el tiempo necesario para lograr entender qué significa exactamente la palabra.

El reumatismo o reuma no es una enfermedad, sino un término general que agrupa las enfermedades que se caracterizan por inflamación en las articulaciones, músculos, ligamentos, huesos y tendones.

Tan solo en España, una de las enfermedades dentro de este grupo, la artritis reumatoide, afecta a más de 200.000 personas.

Un gran número de enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide y el lupus, son enfermedades autoinmunes, lo que significa que el sistema inmunológico ataca al tejido sano del cuerpo por error. Aún no se comprende el motivo por el cual esto ocurre. Se cree que puede deberse a una combinación de factores genéticos y ambientales, los cuales juegan un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades autoinmunes, mientras que ciertas infecciones pueden actuar como desencadenantes.

No todas las condiciones reumáticas son enfermedades autoinmunes. La osteoartritis, por ejemplo, es una enfermedad degenerativa que se va desarrollando con la edad, mientras que la gota es causada por niveles altos de ácido úrico en la sangre. Ninguna de estas dos enfermedades se clasifica dentro del grupo de enfermedades autoinmunes, pero ambas se forman parte de la categoría de trastornos reumáticos.

El reumatismo o reuma, por lo tanto, se refiere a una amplia gama de enfermedades distintas, todas ellas clasificadas como enfermedades reumáticas debido a una serie de síntomas referidos al dolor del aparato locomotor.

Las enfermedades reumáticas suelen ser tratadas por reumatólogos, médicos especializados en este grupo de enfermedades, pero ciertas enfermedades pueden requerir de los conocimientos de otros especialistas como inmunólogos o cardiólogos para su tratamiento.

Bajo el término “reumatismo” o “reuma”, existe una subcategoría que agrupa las enfermedades reumáticas más comunes: la artritis.

2. ¿Son lo mismo el reumatismo y la artritis?

Las palabras reumatismo y artritis a menudo son utilizadas indistintamente, pero no significan lo mismo.

Como hemos mencionado previamente, las enfermedades reumáticas causan inflamación en las articulaciones, músculos, ligamentos, huesos y tendones. La artritis se refiere concretamente al conjunto de enfermedades que afectan a las articulaciones, subcategoría que representa un gran porcentaje de las condiciones y casos generales.

De hecho, hay más de 100 enfermedades artríticas, y se estima que en torno a 250.000 personas en España viven con artritis psoriásica, una de las formas más comunes.

Por lo tanto, es comprensible que el reumatismo y la artritis puedan ser casi sinónimos en su uso diario, ya que es común que las personas vivan con una enfermedad que es realmente ambas. Sin embargo, existe una variedad de enfermedades reumáticas que no son artríticas, las cuales se conocen como enfermedades reumáticas no articulares, que significa literalmente que no afectan a las articulaciones.

El ejemplo más conocido de una enfermedad reumática no articular es la fibromialgia, que se caracteriza por un dolor prolongado en todo el cuerpo.

Otra condición que no es estrictamente un tipo de artritis, pese a presentar síntomas que afectan las articulaciones, es la fiebre reumática.

3. ¿Qué es la fiebre reumática?

La fiebre reumática es una enfermedad potencialmente grave, cuya causa está relacionada con la bacteria estreptococos del grupo A, responsable de la escarlatina y la faringitis estreptocócica. Esta última puede darse a cualquier edad, pero suele ser común en niños de entre 5 y 15 años.

Cuando no se trata, la faringitis estreptocócica puede desencadenar una respuesta autoinmune que provoca que el propio sistema inmunitario ataque al cuerpo y cause inflamación de las articulaciones, la piel, el cerebro y el corazón. Esto se conoce como fiebre reumática.

Los síntomas tienden a aparecer unas pocas semanas después de la aparición de la faringitis estreptocócica y, por lo general, incluyen dolor, inflamación de las articulaciones, fiebre e incluso dolor en el pecho.

La fiebre reumática “aguda” puede durar semanas o meses, los síntomas que afectan al corazón son una indicación del tipo de fiebre reumática más grave a largo plazo: la enfermedad reumática del corazón.

La enfermedad cardíaca reumática o cardiopatía reumática es causada por una inflamación del corazón que provoca un daño permanente, principalmente en las válvulas cardíacas, que puede causar problemas en el flujo sanguíneo. Posteriormente, esto puede dar lugar a complicaciones potencialmente mortales como un accidente cerebrovascular o ataque cerebral.

En el panorama general de las enfermedades reumáticas, la fiebre reumática es bastante inusual, ya que tiene un desencadenante bastante claro en la faringitis estreptocócica, aunque aún no se conoce bien el motivo por el que la faringitis estreptocócica puede provocar una respuesta autoinmune.

La fiebre reumática también es diferente de otros trastornos reumáticos, ya que el daño más grave a largo plazo se produce generalmente en el corazón, en forma de cardiopatía reumática o enfermedad cardíaca reumática.

Aunque la faringitis estreptocócica es relativamente común, menos del 0,3% de las personas que la padecen desarrollan fiebre reumática en los EE. UU., por ejemplo. Es una condición muy poco común en a mayoría de los países desarrollados. Sin embargo, es muy común en los países en vías de desarrollo y en partes remotas de países como Australia.

Otra enfermedad reumática sobre la cual muchas personas buscan información a menudo es el reumatismo palindrómico.

4. ¿Qué es el reumatismo palindrómico?

El reumatismo palindrómico es una forma de artritis muy poco común, que debe su alto volumen de búsqueda, muy probablemente, a su nombre inusual.

Un palíndromo es cualquier palabra, frase, número o secuencia de caracteres que es igual si se lee de izquierda a derecha que de derecha a izquierda, como a ti no, bonita o Roma ni se conoce sin oro, ni se conoce sin amor.

El nombre reumatismo palindrómico se refiere a la manera en que los síntomas ocurren de forma repentina y espontánea, duran horas o días y luego cesan de una manera igualmente abrupta. Tales ataques suelen ser de naturaleza esporádica e impredecible.

Los síntomas generalmente se parecen a los de la artritis reumatoide: dolor e inflamación de las articulaciones y el tejido circundante. A diferencia de la artritis reumatoide (y de otras formas de artritis), el reumatismo palindrómico no parece provocar daños duraderos a las articulaciones.

Al igual que la artritis reumatoide, el reumatismo palindrómico es una enfermedad autoinmune. Las similitudes y diferencias entre las dos condiciones motivan el debate sobre si el reumatismo palindrómico debe clasificarse como un subtipo de artritis reumatoide o una enfermedad en sí misma.

Existen varios factores que juegan un papel importante en la determinación del riesgo de desarrollar reumatismo palindrómico.

5. ¿Quién está en mayor riesgo de reumatismo?

Veamos primero los trastornos reumáticos autoinmunes, que incluyen el reumatismo palindrómico, la artritis reumatoide, el lupus y muchas otras afecciones.

Género

Casi todas las enfermedades autoinmunes afectan a las mujeres más que a los hombres, una tendencia que se aplica también a las enfermedades reumáticas autoinmunes. La artritis reumatoide afecta a más de 200.000 personas en los España, siendo la mayoría mujeres, al igual que ocurre con el Lupus.

Genética

También se cree que la genética desempeña un papel en el desarrollo de enfermedades autoinmunes, por lo que, si un familiar vive con una enfermedad reumática autoinmune, las probabilidades de desarrollar una enfermedad pueden aumentar. Los investigadores también han identificado mutaciones genéticas específicas que están vinculadas a enfermedades concretas. En la actualidad, esto es de poca utilidad práctica. Sin embargo, es un campo de investigación que podría conducir a una mayor comprensión de las enfermedades autoinmunes y, con suerte, a un mejor tratamiento.

Etnicidad

La etnicidad parece jugar un papel importante respecto al riesgo de desarrollar una enfermedad autoinmune. La prevalencia de lupus, por ejemplo, es hasta ocho veces mayor en la población afroamericana y afrocaribeña que en la población de ascendencia europea. Del mismo modo, la prevalencia de la artritis reumatoide es hasta cuatro veces mayor en los nativos americanos que en la población de ascendencia europea.

Aunque varía de una enfermedad a otra, en general las poblaciones afroamericanas, afrocaribeñas, nativas americanas y latinas tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad autoinmune que las poblaciones caucásicas, una tendencia que se aplica a los trastornos reumáticos más comunes.

Ambiente y estilo de vida

Aunque una persona pueda tener una predisposición genética a una enfermedad autoinmune, en general se cree que los factores ambientales desempeñan un papel clave a la hora de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, sigue siendo un gran misterio qué factores afectan al desarrollo de una enfermedad autoinmune.

Ciertos virus se han relacionado con el desarrollo de enfermedades autoinmunes, como el ejemplo anterior de faringitis estreptocócica que desencadena la fiebre reumática. De manera similar, el virus de Epstein-Barr se ha relacionado con una serie de enfermedades autoinmunes, incluida la artritis reumatoide.

Cuando se trata del estilo de vida, fumar o la obesidad se han relacionado con una amplia gama de enfermedades autoinmunes, pero poco se sabe sobre la naturaleza exacta de la relación.

Edad

La edad en la que una persona corre un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad autoinmune varía de una condición a otra. Por ejemplo, los niños tienen mayor riesgo de padecer fiebre reumática, los síntomas del lupus generalmente comienzan entre los 15 y los 40 años de edad, mientras que los síntomas de la artritis reumatoide tienen más probabilidades de comenzar entre los 30 y los 50 años de edad.

No existe un perfil de riesgo único que se adapte a todos los tipos de trastornos reumáticos autoinmunes. Sin embargo, existen ciertas tendencias que se aplican a las enfermedades autoinmunes en general, como el género y la etnicidad, que se cumplen cuando se trata de trastornos reumáticos. También es cierto que, si una persona vive con un trastorno autoinmune existente, es más probable que desarrolle otro (reumático o no).

Factores de riesgo para la osteoartritis

El trastorno reumático más común no es una enfermedad autoinmune. El mayor factor de riesgo para el desarrollo de la osteoartritis es la edad, que ocurre en alrededor del 10% de los hombres de 60 años o más y en el 13% de las mujeres.

Otros factores de riesgo pueden ser:

  • Obesidad
  • Lesiones y cirugía.
  • Género (las mujeres tienen un mayor riesgo, aunque no en la misma medida que con las enfermedades autoinmunes)
  • Debilidad muscular
  • Deportes y actividad física
    El último es el tema de debate. Algunos estudios sugieren que los atletas de élite tienen un mayor riesgo de padecer osteoartritis y que los niveles regulares de ejercicio pueden aumentar el riesgo, especialmente en la cadera y las rodillas. Sin embargo, otros estudios sugieren que (en ausencia de lesiones graves), el ejercicio a nivel moderado no aumenta el riesgo.

El sedentarismo aumenta indudablemente el riesgo de desarrollar otros problemas de salud, como las enfermedades del corazón, por lo que se recomienda el ejercicio como parte de un estilo de vida saludable.

Aparte de la osteoartritis, cada enfermedad individual tiene su propio perfil de riesgo. Por ejemplo, la gota es más común en los hombres, debido a los niveles más altos de ácido úrico, y su riesgo aumenta con la edad. Aproximadamente el 12% de los hombres de entre 70 y 79 años viven con gota, en comparación a un 3% de los hombres menores de 50 años. El alcohol afecta la capacidad del cuerpo para eliminar el ácido úrico, por lo que también es un factor de riesgo conocido.

¿Qúe significa todo esto?

Hasta que no se resuelvan más misterios relacionados con las enfermedades autoinmunes, no hay mucho que se pueda hacer para reducir el riesgo de desarrollar una. El género, la edad, la disposición genética y los factores ambientales están aún fuera de nuestro control.

Para otras enfermedades reumáticas, seguir un estilo de vida saludable (una buena dieta, suficiente ejercicio, no fumar y un consumo moderado o nulo de alcohol) sigue siendo la mejor opción para reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad reumática o reuma.


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